Optimizar Windows 11

Dirígete a la opción de Windows Update en la configuración y verifica si hay actualizaciones disponibles para el sistema operativo. Además, recuerda actualizar los controladores desde las Opciones avanzadas de Windows Update, accediendo a la sección de Actualizaciones opcionales.

Finalmente, revisa la tienda de aplicaciones para asegurarte de que todas estén actualizadas. Ten en cuenta que algunas aplicaciones pueden no haber sido instaladas desde la tienda de Windows, por lo que, si las utilizas con frecuencia, deberás buscar sus opciones de actualización específicas.

Otro paso simple pero efectivo es desinstalar todas las aplicaciones que no necesitas en tu PC con Windows 11. De esta manera, liberarás espacio en el disco y optimizarás el rendimiento de tu equipo.

Para hacerlo, ve a la sección de Aplicaciones en la configuración de Windows y selecciona Aplicaciones instaladas para acceder a la lista completa. Desde ahí, elimina aquellas aplicaciones que ya no utilices.

Si tienes demasiadas aplicaciones que se inician automáticamente al encender el ordenador, esto puede ralentizar significativamente el proceso de arranque.

Para gestionar qué aplicaciones se ejecutan al inicio, presiona las teclas (Control + Alt + Suprimir) o clic derecho en barra de tareas y selecciona la opción Administrador de tareas.

Una vez en la ventana que se abre, dirígete a la sección Aplicaciones de arranque, ubicada en la columna de la izquierda.

Esto te mostrará una lista de los programas que se inician junto con Windows. En la columna Impacto de inicio, podrás ver cuánto puede afectar cada aplicación al proceso de arranque, y en Estado, si el inicio automático está habilitado o deshabilitado.

Para mejorar el rendimiento de tu equipo, desactiva especialmente aquellas aplicaciones que tienen un mayor impacto en el inicio o que no necesitas que se inicien automáticamente. Esto no solo acelerará el arranque de Windows, sino que también mejorará el rendimiento general del sistema operativo. Para deshabilitar una aplicación, simplemente selecciónala y haz clic en Deshabilitar en la barra superior.

Sin embargo, ten en cuenta que estas aplicaciones dejarán de funcionar a menos que estén abiertas, por lo que no es recomendable desactivar este permiso para aquellas que son importantes. Por ejemplo, aplicaciones de mensajería u otras que necesiten estar activas constantemente, incluso cuando están minimizadas, deberían mantenerse habilitadas.

Para ajustar esta configuración, ve a la sección de Aplicaciones dentro de la configuración de Windows y accede a la lista completa de aplicaciones instaladas. Luego, haz clic derecho sobre la aplicación que deseas modificar y selecciona Opciones avanzadas. En esta sección, encontrarás la opción de Permisos de aplicaciones en segundo plano, donde podrás elegir la opción Nunca para evitar que se ejecute en segundo plano.

Un factor que puede ralentizar el rendimiento de Windows es tener demasiados íconos en el escritorio. Al iniciar el sistema, tu ordenador debe cargar todos los elementos presentes en él, lo que significa que, si tienes muchos accesos directos, archivos o carpetas, el proceso se volverá más lento.

Para optimizar el rendimiento, es recomendable eliminar del escritorio todo lo que no sea necesario. Ten en cuenta que las aplicaciones se pueden encontrar fácilmente escribiendo su nombre en el menú de inicio de Windows 11, donde también puedes anclar las más importantes. Si hay elementos que necesitas mantener en el escritorio, una buena opción es agruparlos en una sola carpeta para mantener el área más organizada.

Si llevas usando tu ordenador durante un tiempo y no lo has restablecido en meses, es posible que Windows empiece a acumular archivos que ocupan espacio en el disco duro. Un disco duro lleno puede afectar negativamente al rendimiento general del sistema.

Para solucionar esto, Windows 11 ofrece una herramienta sencilla para liberar espacio. Debes ir a Configuración, seleccionar la opción Sistema y luego hacer clic en Almacenamiento. Dentro de esta sección, encontrarás la opción de Recomendaciones de limpieza. Al acceder, Windows te mostrará la papelera de reciclaje, algunas carpetas y archivos temporales, lo que te permitirá eliminar fácilmente los elementos que ya no sean necesarios.

Si permites que todas las aplicaciones muestren notificaciones, tu PC terminará pareciendo un árbol de Navidad, con alertas apareciendo constantemente y ralentizando el sistema.

Por ello, es aconsejable desactivar todas las notificaciones que no sean necesarias para reducir las distracciones y mejorar el rendimiento del ordenador.

Si deseas optimizar el rendimiento mientras juegas, es recomendable activar el Modo Juego de Windows 11. Esta función detiene las actualizaciones de Windows para evitar que se instalen en el disco duro o envíen notificaciones de reinicio, limita la actividad en segundo plano del PC y mejora la velocidad de fotogramas.

Para activarlo, ve a la sección Juegos en la configuración de Windows y selecciona la opción Modo de Juego para activarla. Estas mejoras se aplicarán automáticamente cuando inicies un juego en el ordenador.

Si tienes un portátil con Windows, este ofrece diferentes opciones de planes de energía. Por defecto, es probable que esté configurado en un plan equilibrado, que prioriza un buen balance entre rendimiento y consumo de batería, aunque no maximiza el rendimiento del sistema.

Puedes cambiar esta configuración para obtener el máximo rendimiento, aunque esto hará que la batería se agote más rápidamente. Para hacerlo, busca el Panel de control en el menú de inicio, luego selecciona Hardware y sonido, y dirígete a Opciones de energía. Allí, elige el plan de Máximo rendimiento. Ten en cuenta que, aunque ganarás potencia, también perderás autonomía de batería.

Como todos los sistemas operativos, Windows incorpora una serie de efectos visuales que añaden transiciones y animaciones al interactuar con el sistema. Por ejemplo, al abrir una ventana, se muestra un efecto de apertura. Estos efectos hacen que Windows luzca más atractivo, pero no son indispensables.

Desactivar estos efectos puede hacer que el sistema funcione un poco más rápido. Para hacerlo, ve a Configuración, accede a las opciones de Accesibilidad y desactiva todas las referencias a los efectos visuales. Al hacerlo, notarás que Windows responde de forma más inmediata, aunque las transiciones pueden parecer un poco bruscas.

Windows cuenta con varias funciones diseñadas para mejorar la experiencia del usuario, como facilitar la búsqueda de aplicaciones o recopilar datos para identificar errores. Sin embargo, muchas de estas características pueden desactivarse para evitar que trabajen en segundo plano.

Para hacerlo, ve a las opciones de Privacidad y seguridad dentro de la configuración de Windows. Allí, revisa secciones como General, Voz, Personalización de entrada manuscrita y escritura, o Diagnóstico y comentarios. Desactiva todo lo que no consideres necesario, ya que son funciones secundarias que no afectan significativamente a tu seguridad, pero al desactivarlas puedes mejorar el rendimiento del sistema.

No es necesario enviar diagnósticos de uso o de aplicaciones a Windows, ni mejorar los resultados mediante el seguimiento de los inicios de las aplicaciones o mostrar contenido sugerido. Explora estas opciones y desactiva todo lo que no consideres relevante.

Windows 11 tiene una configuración oculta que puede ayudarte a mejorar el rendimiento de tu ordenador, algo que notarás especialmente al utilizar tu cámara o al jugar. Para activarla, ve a la Configuración de tu ordenador, selecciona Sistema y haz clic en Información. Luego, accede a Configuración avanzada del sistema dentro de Vínculos relacionados.

Se abrirá una ventana de Propiedades del sistema. En la pestaña de Opciones avanzadas, pulsa en el botón Configuración del apartado Rendimiento. En la nueva pantalla que se abrirá, en la pestaña de Efectos visuales, selecciona la opción de Ajustar para obtener el mejor rendimiento.

Esto hará que la apariencia de Windows se vea menos atractiva, ya que se eliminarán muchas animaciones y efectos visuales. Sin embargo, mejorará el rendimiento general de tu ordenador, lo que podría traducirse en algunos fotogramas por segundo adicionales si estás jugando.

Windows 11 ofrece muchas opciones y complementos para la barra de tareas, pero si no necesitas algunos de ellos, puedes desactivarlos para mejorar un poco el rendimiento del ordenador. Para hacerlo, ve a la Configuración de Windows, selecciona Personalización y luego haz clic en Barra de tareas.

En esta sección, puedes desactivar elementos como el botón de búsqueda si no lo utilizas o los widgets, que aunque son útiles para mostrar información, no son indispensables. También puedes quitar la aplicación de Chat, a menos que utilices el chat de Windows en lugar de otros servicios como WhatsApp o Telegram.